PROGRAMA KIT DIGITAL FINANCIADO POR LOS FONDOS NEXT GENERATION
DEL MECANISMO DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA
DEL MECANISMO DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA
En la era del Big Data, los museos enfrentan el desafío de entender y mejorar la experiencia del visitante. Con tecnologías digitales avanzadas, la recopilación y análisis de datos ofrecen oportunidades valiosas para personalizar y optimizar las visitas. La necesidad de conocer mejor a los visitantes se ha vuelto aún más urgente, especialmente tras la pandemia de COVID-19, que ha cambiado radicalmente el panorama de las experiencias culturales.
Los museos buscan adaptarse, aprovechando las iniciativas de datos para mejorar el compromiso del cliente. Desde la digitalización de colecciones hasta la trazabilidad del comportamiento dentro del museo, estas iniciativas no solo ayudan a conservar el patrimonio, sino que también potencian la capacidad de fidelizar a los visitantes actuales y atraer a nuevos públicos.
La digitalización ha permitido a los museos abrir sus puertas a nuevas formas de interacción con el público. La disponibilidad de datos sobre las colecciones enriquece la experiencia de los investigadores y públicamente en general. Sin embargo, el verdadero potencial del Big Data en el ámbito museístico va más allá de la simple digitalización. Implica comprender profundidades del comportamiento del visitante a través del análisis detallado de datos generados durante las interacciones en el espacio físico y digital.
Museos como el Louvre y el Van Gogh han iniciado proyectos experimentales utilizando tecnologías como Bluetooth y balizas, lo que permite un mejor seguimiento del flujo de visitantes. Estos dispositivos proporcionan datos cruciales sobre cómo se mueve el público, qué obras atraen más atención, y cómo optimizar el tiempo y la ruta de la visita, resultando en una experiencia más satisfactoria, un enfoque que impulsamos en nuestras soluciones de gestión cultural.
Una de las áreas menos exploradas pero con un gran potencial es el uso de pistas digitales para comprender mejor a los visitantes. Actualmente, la cantidad de datos que generan los visitantes al interactuar con dispositivos tecnológicos como pantallas táctiles, aplicaciones móviles y audioguías es inmensa, pero en gran parte subutilizada. Los museos pueden analizar estos datos para mejoras significativas en oferta de servicios y experiencia al visitante.
Al aplicar estas estrategias, los museos pueden transformar sus exposiciones, ofreciendo una experiencia más ajustada a las expectativas y preferencias del visitante, como se analiza en nuestras publicaciones sobre el impacto cultural.
Diversas instituciones ya están explorando el potencial del Big Data. El Rijksmuseum y la National Gallery han comenzado a implementar prácticas que integran datos abiertos y análisis detallado del comportamiento del visitante. Por ejemplo, el Museo del Louvre ha empleado detectores Bluetooth para mapear los movimientos del visitante dentro de sus instalaciones, permitiendo una visualización detallada del flujo de audiencia.
Estos esfuerzos son pasos hacia un entendimiento más profundo de cómo los visitantes interactúan con el arte, ayudando a explotar plenamente el potencial de las exposiciones para educar e involucrar a todos los públicos. Además, permiten una gestión más eficiente del espacio y mejor planificación de futuras exposiciones.
La incorporación del Big Data en museos puede sonar complicado, pero su objetivo es sencillo: mejorar la experiencia del visitante. Al conocer mejor cómo las personas se mueven e interactúan con las exposiciones, los museos pueden hacer cambios que harán las visitas más agradables y memorables. La tecnología está aquí para hacer los museos más accesibles y personalizados.
En tiempos donde las experiencias en persona son más valiosas que nunca, estos avances aseguran que cada visita sea gratificante, adaptándose a los gustos únicos de cada persona. Con estos datos, los museos no solo preservan mejor su patrimonio, sino que también se convierten en lugares que todos quieren visitar una y otra vez.
Para aquellos con un interés en la tecnología y su aplicación en el sector cultural, el uso del Big Data en museos representa un espacio emergente lleno de potencial. La capacidad de recoger y analizar datos a gran escala introduce una nueva metodología para optimizar la gestión tanto de colecciones como de visitantes. Esto requiere infraestructuras tecnológicas robustas y talento experto en análisis de datos.
El desafío radica en integrar estas soluciones tecnológicas de forma coherente, respetando la privacidad y seguridad de los datos de los visitantes al tiempo que se maximizan las oportunidades de personalización y mejora de la experiencia del usuario. Con el desarrollo adecuado, el Big Data podría redefinir los límites de lo que es posible en el ámbito de la exposición museística, una visión que Alexandra Ann está comprometida a realizar.
Expertos en la gestión y creación de exposiciones temporales de arte. Transformamos instituciones culturales con proyectos únicos y apasionantes.